lunes, 23 de mayo de 2011

Qué tan grave es el pecado?



¿Es grave el pecado?

Cuando se diagnostica una enfermedad, es importante preguntarse: ¿Es grave? Más importante aun es hacer esta pregunta con respecto a la enfermedad espiritual del pecado.  Muchos admitirán, casi alegremente, que son pecadores, porque no tienen idea de lo que esto significa.  Lo tratan como propio de la naturaleza humana, o se refugian en el hecho de que ¨todo el mundo lo hace¨. Pero esas afirmaciones pasan por alto el verdadero problema: ¿Es grave el pecado? A continuación tenemos lo que la Biblia dice acerca de ti pecador.

Estás degradado. Esto no significa que estés cometiendo constantemente toda clase de pecados. Tampoco significa que no puedes distinguir el bien del mal, o no hacer nunca cosas buenas y beneficiosas para otros.  Lo que significa es que el pecado ha invadido cada parte de tu naturaleza y personalidad: ¨…Y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal¨.(Génesis 6:5)
! La raíz del problema no es lo que haces, sino lo que eres!  Pecas porque eres pecador.

Estás contaminado.  ¨Porque de dentro, del corazón de los hombres, solen los malos pensamientos, los adulterios,...las maldades, el engaño...la envidia…¨. (  ). Nota que la lista incluye pensamientos, palabras y acciones.  Algunos limitan la idea del pecado a cosas como el homicidio, el adulterio y el robo, pero, el pecado el cualquier cosa que no se ajusta a las normas perfectas de Dios. Cualquier cosa que digamos pensemos o hagamos que sea contraria a la voluntad de Dios. Ahora enfréntate a esta pregunta:¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?  (Prov. 20:9) ¿Puedes tú? Si no, estás contaminado.

Estás desafiante.  La Biblia enseña que el pecado es rebelión deliberada contra la autoridad y los mandamientos de Dios.  Ninguna ley civil te fuerza a mentir, engañar, tener pensamientos impuros o pecar de cualquier manera.  Tú eliges pecar.  Deliberadamente le desobedeces, y esto es grave, porque Dios es Juez justo, y no dará por inocente al culpable.  Ni un solo pecado quedará sin castigo.

Una pequeña parte del castigo de Dios por el pecado tiene lugar en esta vida (aunque tal vez no lo reconozcamos). Pero el castigo final será después de la muerte, cuando en el Día del juicio cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

Solamente mirando a Cristo, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Amigo pecador, la sangre derramada de Jesucristo es la única suficiente para perdonar, limpiar el pecado que hay en ti, para establecer la paz con Dios y estar libre de condenación. Acepta hoy a Jesucristo. Ven a Él arrepentido, confesando con tus pecados y suplicando perdón. El te perdonará.
                                                                                                                          









                                                                                                                                         

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