jueves, 19 de mayo de 2011

Amamos a Dios?

Salmo 18
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.”
         Uno de los hombres de Dios que más adversidad y adversarios enfrentó fue David.   Toda su vida fue una continua prueba, aun uno de sus hijos quiso e intentó matarle, otro quiso ocupar el trono antes de que muriera David.      Sin embargo, el Señor le libró de mano de todos sus enemigos.
          Al final de su prueba es cuando el salmista expresa a Dios estas palabras:            Te amo, oh Jehová…
         ¡Cuán grande sería la frustración de Satanás al oír estas palabras!  Sus dardos de fuego y toda su furia no pudieron hacer desaparecer el amor de David por su Dios.    
           Algunos hombres cuando pasan por muchos sufrimientos pierden las ganas de vivir, dejan de amar al prójimo y viven a la defensiva.      A diferencia de éstos, David prorrumpe con palabras con palabras jubilosas: “Te amo, oh Jehová.”
           La prueba avivó el amor de David por su Dios.   ¿Amas a Jehová?            ¿Se lo dices?   Cristo se lo preguntó a Pedro después de la prueba y Pedro le respondió: “Tú sabes que te amo”.     
           Quien se ama a sí mismo dice: “Yo solo quiero que Dios me conceda tener mi casa”, el que ama a Dios dice: Una cosa he demandado a Jehová…que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová… (Sal 27:4)
          Si amas a Dios, ésta, la casa de Dios, será dulce para ti.
          Oh, mi hermano, si estás en paz, ámale, si estás pasando por una prueba, ámale más; un día te librará de todas tus tribulaciones y cuando esto suceda, oro que Él encuentre en ti un corazón que le ama y le adora.   Amén.

1 comentario:

  1. La Gracia del Señor se manifiesta en un amor que conduce a obedecer la voluntad de Dios.

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