domingo, 29 de mayo de 2011

A todas las madres.



Acróstico a Todas la madres en su día.

                                          Manos abnegadas que con ternura
                                 y amor cuidaron de mí.

                                               Antes de nacer, cuando
                                en tu vientre caí.

                                               Doy gracias al Señor
                                 en este día, solo por ti

                                               Recuerdo de mi infancia,
                                  tu sacrificio y tu valor
                               siempre vi

                                               Espero el día mi Señor
                                  te corone mientras            
                                  te recompenso aquí.
                                                                      G.W.R.

sábado, 28 de mayo de 2011

En las manos de Cristo estarás seguro.

                                                                                                    La Romana, R.D.
                                                                                                  28 de mayo de 2011

En las manos de Cristo
Por Guillermo Watts

“…a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió…”      (Juan 17:12)
El  mundo es conocido como un lugar de incertidumbres y peligros, de dificultades y tribulaciones.   El mismo Juan dijo: “...el mundo entero está bajo el maligno...”  (1ra. Juan 5:19).
Es en el mundo donde el maligno ejerce su más notable influencia, estimulando el mal, el pecado, la traición, el engaño, el abuso, las injusticias, la mentira.   Con todo el placer pecaminoso y vano que el mundo pueda ofrecer, la maldad le arropa, sobresale.     ¿Quién no ha sido víctima de alguna forma de maldad, injusticia o engaño en este mundo?
Sin embargo, en medio de este cuadro desolador, El Señor Jesucristo, en los momentos finales de su vida terrenal, expresa al Padre que ninguno de aquellos que Él dejó a su cuidado se perdió, sino que ha cuidado tierna y delicadamente a cada uno de ellos,  cuando iba a ser encarcelado: “..Si me buscáis a mí,  dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste,  no perdí ninguno.(Juan 18:8-9).      En otra ocasión dijo a sus discípulos: “...Cuando os envié sin bolsa,  sin alforja,  y sin calzado,  ¿os faltó algo?  Ellos dijeron: Nada.(Lucas 22:35).  Al partir de este mundo se aseguró de que aún su madre estuviera cuidada:    Después dijo al discípulo: He ahí tu madre.  Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”     (Juan 19:27)   Así cuidó y cuida a cada uno de los suyos en particular, mirando por sus necesidades y su protección.
Un número  de personas fueron entregadas por el Padre a Cristo y esos vinimos a Él cuando y porque el Padre mismo nos trajo a Cristo, Su Palabra fue como un lazo que se envolvió en nuestro corazón al halarnos sentimos dolor, dolor por el pecado y así arrepentidos caímos arrastrados a los pies de Cristo.   Él nos tomó en sus manos para guardarnos hasta Su segunda venida.
¿Te sientes en temor?    ¿Sientes dudas por el destino de tu  alma?    No temas más, aunque andes en valle de sombra de muerte, has pasado de las manos del Padre a las de Cristo, Él es quien te guarda, no te perderás, a Él sea gloria. Amén y Amén.

lunes, 23 de mayo de 2011

Qué es la Unción del Espíritu Santo?

El ESPÍRITU SANTO
Estudio #4
La Unción.-  Para hablar de la unción tenemos que hacer un bosquejo de cuatro (4) puntos:
1.- La unción en el A.T.
2.- La unción de Cristo (El Ungido).
3.- La unción del Creyente
4.- Otras unciones.
El significado básico del término es simplemente “untar” algún objeto con alguna sustancia.  Por lo general se trata de aceite.   Lo que principalmente se usaba era aceite de olivo.
En el libro de Samuel es común el ungimiento para el reinado.  Samuel ungió a Saúl y el Espíritu de Jehová vino sobre él.    Cuando más tarde Samuel ungió a David, el Espíritu de Jehová vino sobre David, apartándose de Saúl.   Por esto se puede ver cuál era el significado del ungimiento.  
El ungimiento simbolizaba la venida del Espíritu Santo sobre los siervos de Dios para capacitarlos para su obra.    En el A.T. eran ungidos el sacerdote, el rey y el profeta.
“A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar”.  (1Rey 19:16).
“Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.”  (Éxodo. 30:30)
La sustancia para la unción era compuesta principalmente con aceite de olivo y otras sustancias aromáticas con la que también se ungían objetos, simbolizando la consagración de estos a los asuntos de Dios.      
  Habló más Jehová a Moisés,  diciendo:
Tomarás especias finas:  de mirra excelente quinientos siclos,  y de canela aromática la mitad,  esto es,  doscientos cincuenta,  de cálamo aromático doscientos cincuenta,
de casia quinientos,  según el siclo del santuario,  y de aceite de olivas un hin.
Y harás de ello el aceite de la santa unción;  superior ungüento,  según el arte del perfumador,  será el aceite de la unción santa.
Con él ungirás el tabernáculo de reunión,  el arca del testimonio,
la mesa con todos sus utensilios,  el candelero con todos sus utensilios,  el altar del incienso,
el altar del holocausto con todos sus utensilios,  y la fuente y su base.
Así los consagrarás,  y serán cosas santísimas;  todo lo que tocare en ellos,  será santificado.
Ungirás también a Aarón y a sus hijos,  y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.”
   (Éxodo 30:22-30).
Esta composición no podía ser imitada por cualquier persona:
   “Como este incienso que harás,  no os haréis otro según su composición;  te será cosa sagrada para Jehová.
Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo,  será cortado de entre su pueblo.”
 (Éxodo 30:37-38).
Con esta unción también se ungían los objetos propios del tabernáculo:
“Así los consagrarás,  y serán cosas santísimas;  todo lo que tocare en ellos,  será santificado.”
         (Éxodo 30:29).
(2).- La Unción de Cristo (El Ungido).-
El término hebreo para la palabra “ungido” es “mashiaj” de donde se deriva el término messiah.  El equivalente griego de esta palabra es (Xristos) de donde se deriva la palabra Cristo.    Cristo es el Ungido de Dios Él  es el profeta prometido, Él es rey y el Sumo sacerdote según el orden de Merquisedec.    Así como con  Saúl y David, juntamente con la unción vino sobre ellos el Espíritu Santo.   Cristo mostró ser este Ungido al descender sobre el Él el Espíritu Santo en forma como de paloma y permanecer en Él.  
“Y Jesús,  después que fue bautizado,  subió luego del agua;  y he aquí cielos le fueron abiertos,  y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma,  y venía sobre él.”
 (Mateo 3:16).
Cristo fue consagrado, ungido para hacer o llevar a cabo una misión:
  “Vino a Nazaret,  donde se había criado;  y en el día de reposo entró en la sinagoga,  conforme a su costumbre,  y se levantó a leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías;  y habiendo abierto el libro,  halló el lugar donde estaba escrito:
Espíritu del Señor está sobre mí,
 Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
 A pregonar libertad a los cautivos,
 Y vista a los ciegos;
 A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro,  lo dio al ministro,  y se sentó;  y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles:  Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”
  (Lucas 4:16-21);
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,  y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,  porque Dios estaba con él.”
 (Hechos10:38)
(3).- La Unción del Creyente.-
Sobre el creyente ha sido derramada la unción del Santo no aquel aceite que era simbólico, sino que fue derramada sobre nosotros el Espíritu Santo que nos consagra para Dios, somos reyes y sacerdotes :  
“Pero vosotros tenéis la unción del Santo,  y conocéis todas las cosas.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad,  sino porque la conocéis,  y porque ninguna mentira procede de la verdad.
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros,  y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;  así como la unción misma os enseña todas las cosas,  y es verdadera,  y no es mentira,  según ella os ha enseñado,  permaneced en él.”
              (1ra. Juan 2:20,21 y 27).    
Esta unción se ocupa de enseñarnos la verdad, de darnos discernimiento para ver el error y no caer en él.
Esta unción nos capacita para hacer la obra de Dios.     No tenemos necesidad de ir donde uno que no tiene el Espíritu a que nos explique las cosas de Dios.  Uno que sí tiene el Espíritu es el que le explica a otro que también lo tiene.
4.- Otras Unciones.-
En la biblia aparecen muchas unciones que nada tienen que ver con lo santo o con la consagración a Dios. Era un tipo de aceite con el que se untaba el rostro y que además protegía el rostro del clima :
”envió Joab a Tecoa,  y tomó de allá una mujer astuta,  y le dijo:  Yo te ruego que finjas estar de duelo,  y te vistas ropas de luto,  y no te unjas con óleo,  sino preséntate como una mujer que desde mucho tiempo está de duelo por algún muerto;”
 (2da Samuel 14:2).
 El no ungirse el rostro significaba que la persona estaba de duelo:
“Pero tú,  cuando ayunes,  unge tu cabeza y lava tu rostro,”  (Mateo 6:17),
Cristo está tratando de evitar la hipocresía.

(B)Los muertos      ” Cuando pasó el día de reposo,  María Magdalena,  María la madre de Jacobo,  y Salomé,  compraron especias aromáticas para ir a ungirle.” (Marcos 16:1)    
(C) Los huéspedes : ” No ungiste mi cabeza con aceite;  mas ésta ha ungido con perfume mis pies.” (Lucas 7:46). 
(D) Había una unción que consistía en un remedio casero y de tipo muy común:
“Y echaban fuera muchos demonios,  y ungían con aceite a muchos enfermos,  y los sanaban.”
“¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia,  y oren por él,  ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.”

“y acercándose,  vendó sus heridas,  echándoles aceite y vino;  y poniéndole en su cabalgadura,  lo llevó al mesón,  y cuidó de él.”

 (Marcos 6:13; Santiago 5:14; Lucas 10:34).
   

La llenura del Espíritu Santo

EL ESPÍRITU SANTO   
 Nos Llena IV
Efesios 5:21
“Someteos unos a otros en el temor de Dios”
El apóstol sigue describiendo la llenura del Espíritu Santo.   Recordando que dicha llenura es el control y dominio que el Espíritu Santo ejerce y debe ejercer sobre un cristiano.
Esta llenura no es invisible, el apóstol, debido a esto, se dispone a aplicar este principio a un área muy práctica: al hogar y las relaciones entre hermanos.
El creyente lleno de Espíritu Santo es un creyente que se somete… No es rebelde.   De hecho las ovejas son mansas y humildes, se dejan guiar.     No debe existir tal cosa como una persona que tiene el Espíritu Santo, pero el Espíritu Santo no  lo tiene a él, no lo controla.
Este cuadro presentado por el apóstol se limita a los creyentes porque es “en el temor de Dios”.
Cuando los apóstoles  escogieron a los 7 diáconos, el ser lleno de Espíritu era una de las cualidades que se les pedía. Y ¿Por qué?     Porque un creyente lleno de Espíritu se somete:  “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas como aquellos que han de dar cuenta;…           (Hebreos 13:17).
Especialmente el oficio de diácono es un oficio en el que se requiere la sumisión porque allí no se va a “jefear” sino a servir.       La sumisión es la virtud enseñada  por  Cristo, ya que Él se sometió  al Padre (Lucas 2:51)
“y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz”        (Filipenses 2:8).
Este modelo de sumisión que Cristo vivió es el que también nos enseña:
Romanos 13:1   “Sométase toda persona a las autoridades superiores;  porque no hay autoridad sino de parte de Dios,  y las que hay,  por Dios han sido establecidas.” è  (A las Autoridades)

Colosenses 3:18    “Casadas,  estad sujetas a vuestros maridos,  como conviene en el Señor.” è (A los Esposos)

Tito 2:9  “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos,  que agraden en todo,  que no sean respondones;” è   ( A los Patronos)
1ra Pedro 5:5 (A los Ancianos)
Hebreos 13:17  Obedeced a vuestros pastores,  y sujetaos a ellos;  porque ellos velan por vuestras almas,  como quienes han de dar cuenta;…” è (A los Pastores).
En conclusión, cuando el Espíritu Santo controla una vida la va a conducir a someterse en humildad a sus hermanos.
      Una de las causas principales de los conflictos matrimoniales y los divorcios es la falta de sumisión los unos a los otro.    Las parejas han buscado nuevas filosofías para ser aplicadas en el hogar, consejos de los sicólogos y sociólogos, pero no abren la Biblia para conocer cuál es el patrón establecido por Dios.
v     Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta..”             (Hebreos 13:17).
Velar.-   Estar  sin dormir (agrupneo).  Estar vigilante.   Este término no expresa sólo el hecho de estar en vela, sino la actitud vigilante de aquellos que están dedicados a algo. Ellos (los pastores) están dedicados a:
-Orar por tu alma.
-Dar alimento a tu alma.
-Curar tu alma del pecado usando la Palabra.
-Afirmar tu alma en la Verdad.
En la vida nadie está llamado a cuidar de tu alma como un pastor, porque es la persona a quien Dios se lo ha encargado y es la persona a quien Dios ha dado los dones para que pueda hacerlo.
Quizás alguien más quiera hacerlo pero le faltaría la preocupación e interés por tu  alma, que pone Dios, y la faltarían los dones necesarios para ello, que los da el Espíritu Santo.

Qué tan grave es el pecado?



¿Es grave el pecado?

Cuando se diagnostica una enfermedad, es importante preguntarse: ¿Es grave? Más importante aun es hacer esta pregunta con respecto a la enfermedad espiritual del pecado.  Muchos admitirán, casi alegremente, que son pecadores, porque no tienen idea de lo que esto significa.  Lo tratan como propio de la naturaleza humana, o se refugian en el hecho de que ¨todo el mundo lo hace¨. Pero esas afirmaciones pasan por alto el verdadero problema: ¿Es grave el pecado? A continuación tenemos lo que la Biblia dice acerca de ti pecador.

Estás degradado. Esto no significa que estés cometiendo constantemente toda clase de pecados. Tampoco significa que no puedes distinguir el bien del mal, o no hacer nunca cosas buenas y beneficiosas para otros.  Lo que significa es que el pecado ha invadido cada parte de tu naturaleza y personalidad: ¨…Y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal¨.(Génesis 6:5)
! La raíz del problema no es lo que haces, sino lo que eres!  Pecas porque eres pecador.

Estás contaminado.  ¨Porque de dentro, del corazón de los hombres, solen los malos pensamientos, los adulterios,...las maldades, el engaño...la envidia…¨. (  ). Nota que la lista incluye pensamientos, palabras y acciones.  Algunos limitan la idea del pecado a cosas como el homicidio, el adulterio y el robo, pero, el pecado el cualquier cosa que no se ajusta a las normas perfectas de Dios. Cualquier cosa que digamos pensemos o hagamos que sea contraria a la voluntad de Dios. Ahora enfréntate a esta pregunta:¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?  (Prov. 20:9) ¿Puedes tú? Si no, estás contaminado.

Estás desafiante.  La Biblia enseña que el pecado es rebelión deliberada contra la autoridad y los mandamientos de Dios.  Ninguna ley civil te fuerza a mentir, engañar, tener pensamientos impuros o pecar de cualquier manera.  Tú eliges pecar.  Deliberadamente le desobedeces, y esto es grave, porque Dios es Juez justo, y no dará por inocente al culpable.  Ni un solo pecado quedará sin castigo.

Una pequeña parte del castigo de Dios por el pecado tiene lugar en esta vida (aunque tal vez no lo reconozcamos). Pero el castigo final será después de la muerte, cuando en el Día del juicio cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

Solamente mirando a Cristo, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Amigo pecador, la sangre derramada de Jesucristo es la única suficiente para perdonar, limpiar el pecado que hay en ti, para establecer la paz con Dios y estar libre de condenación. Acepta hoy a Jesucristo. Ven a Él arrepentido, confesando con tus pecados y suplicando perdón. El te perdonará.