viernes, 10 de febrero de 2012

SOY LIBRE O ESCLAVO?

La Verdad os hará libres
Por el pastor Guillermo Watts
Juan 8:32                      
Joh 8:30  “Hablando él estas cosas,  muchos creyeron en él.
Joh 8:31  Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:  Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos;
Joh 8:32  y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.
Joh 8:33  Le respondieron:  Linaje de Abraham somos,  y jamás hemos sido esclavos de nadie.  ¿Cómo dices tú:  Seréis libres?
Joh 8:34  Jesús les respondió:  De cierto,  de cierto os digo,  que todo aquel que hace pecado,  esclavo es del pecado.
Joh 8:35  Y el esclavo no queda en la casa para siempre;  el hijo sí queda para siempre.
Joh 8:36  Así que,  si el Hijo os libertare,  seréis verdaderamente libres.
Joh 8:37  Sé que sois descendientes de Abraham;  pero procuráis matarme,  porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
Joh 8:38  Yo hablo lo que he visto cerca del Padre;  y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.
Joh 8:39  Respondieron y le dijeron:  Nuestro padre es Abraham.  Jesús les dijo:  Si fueseis hijos de Abraham,  las obras de Abraham haríais.
Joh 8:40  Pero ahora procuráis matarme a mí,  hombre que os he hablado la verdad,  la cual he oído de Dios;  no hizo esto Abraham.
Joh 8:41  Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.  Entonces le dijeron:  Nosotros no somos nacidos de fornicación;  un padre tenemos,  que es Dios.
Joh 8:42  Jesús entonces les dijo:  Si vuestro padre fuese Dios,  ciertamente me amaríais;  porque yo de Dios he salido,  y he venido;  pues no he venido de mí mismo,  sino que él me envió.
Joh 8:43  ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?  Porque no podéis escuchar mi palabra.
Joh 8:44  Vosotros sois de vuestro padre el diablo,  y los deseos de vuestro padre queréis hacer.  El ha sido homicida desde el principio,  y no ha permanecido en la verdad,  porque no hay verdad en él.  Cuando habla mentira,  de suyo habla;  porque es mentiroso,  y padre de mentira.
Joh 8:45  Y a mí,  porque digo la verdad,  no me creéis.”

Joh 8:32  “y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.”

Los judíos, de una manera sorprendente, porque conocían la ley de  Moisés y las promesas; rechazaron a Cristo y su Palabra.  Por ocasiones encontramos a algunos grupos que estos de Juan 8:31 que dieron una aprobación mental al mensaje de Jesús V30, este: “creyeron en Él” no fue una entrega completa al Evangelio, sino un estar de acuerdo con la verdad enseñada.
El buen y tierno Salvador conoce los corazones de la gente, su estado y necesidad y aunque ellos la tomaron a mal, son las palabras que justa y exactamente ellos necesitaban para sanar la situación.   Ellos mismos desconocían el estado de sus propias almas, pensaban de sí mismos una cosa y la realidad era otra.
Hace un tiempo hablaba con alguien y le decía que con la falsa religión Satanás ha logrado engañar más que con los placeres mundanos.   Por ejemplo: El borracho de la esquina está claro en el hecho de que está mal delante de Dios, pero el religioso, aun va rumbo al infierno, cree estar bien con Dios.   Porque el religioso por lo regular atiende a todo lo externo, limpia todo lo de afuera, lleva a cabo todos los rituales de la religión y eso le hace sentir que su estado no es tan lamentable, aunque sí lo es porque el corazón no ha experimentado ninguna transformación.
Así estaban los judíos, pero ellos no lo entendían, no entendían que ellos eran esclavos.    Religiosamente hablando ellos no habían sido esclavos de nadie; ninguna nación  los había dominado y quitado su religión por la fuerza.    Ahora bien, políticamente ellos sí habían sido esclavos.   En Egipto fueron esclavos, allí se formaron como nación;  por 70 años fueron esclavos en Babilonia y en ese momento en que hablaban con Jesús, quien les dominaba era el imperio romano.
De manera que de ellos referirse a un yugo político hablar de libertad era falso, no eran libres, habían sido esclavos varias veces.   Para ser cierto, la única forma sería que ellos estuvieran hablando en el aspecto religioso.
Ahora, la esclavitud que ellos no estaban mirando era la esclavitud terrible del pecado, la cual deseo que todos lleguemos hoy a entender.   Los oyentes judíos no entendían que Cristo les hablaba de libertad espiritual, porque los corazones carnales no sienten otros pesares aparte de los que molestan el cuerpo y perturban sus asuntos mundanos.   Si se les habla de su libertad física, del daño hecho a sus casas, entenderían muy bien, pero si se les habla de esclavitud del pecado, de la cautividad de Satanás y de la libertad de Cristo, del mal hecho a sus almas preciosas, y el riesgo de su bienestar eterno, entonces esto lleva cosas raras a sus oídos.       No entendían lo que Cristo les hablaba.
1.- El Hombre es Esclavo del Pecado.-
Romanos 6:16-20
Rom 6:16  “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle,  sois esclavos de aquel a quien obedecéis,  sea del pecado para muerte,  o sea de la obediencia para justicia?
Rom 6:17  Pero gracias a Dios,  que aunque erais esclavos del pecado,  habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
Rom 6:18  y libertados del pecado,  vinisteis a ser siervos de la justicia.
Rom 6:19  Hablo como humano,  por vuestra humana debilidad;  que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad,  así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Rom 6:20  Porque cuando erais esclavos del pecado,  erais libres acerca de la justicia.”

El hombre es esclavo del pecado porque está en nuestra naturaleza, el pecado aquí mencionado es esa tendencia continua y permanente en el corazón del hombre hacia el mal, algunos lo han definido como aquel deseo de absoluta independencia donde la persona desea y haces su propia voluntad y no la de Dios; claro está, al no hacer la voluntad de Dios termina haciendo la voluntad de sus deseos y sus pensamientos. 
Lo heredamos de Adán.   Y la ley fue dada para revelar, dar a conocer la existencia del pecado porque siendo la ley de Moisés justa, santa y buena pone de manifiesto que todo nuestro deseo, disposición y voluntad apunta en la dirección contraria a esa ley.
La ley llevaba   el propósito de que el hombre se diera cuenta de la incapacidad en él de hacer el bien y que dicha incapacidad le trajera a Cristo.    El ser humano es un esclavo del pecado que tan solo es libre de decidir cuándo pecar, dónde pecar, por qué pecar y para qué pecar.       Todas sus acciones giran alrededor del pecado.
El que no ha venido a Cristo, la persona no transformada, experimenta unos deseos a los cuales se les hace imposible decir: ”no”.    El puede decidir entre un pecado y otro; el que él prefiera; lo que él no puede hacer es negarse a pecar.    Dice Cristo; V34 “…que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”
Ahora bien, es la persona quien presenta sus miembros como instrumentos de iniquidad (Romanos 6:19).    El hombre es uno que peca voluntariamente, él no aborrece el pecado ni lo ve como algo gravemente ofensivo a Dios.     Es como el caso del fumador, el bebedor, el apostador o cualquier otro vicio.  
El que bebe está dispuesto a comprar la botella de alcohol y tomársela, va al colmado y lleva a cabo su deseo, lo que él   no se da cuenta que eso que hizo de plena voluntad eso mismo es su amo a lo cual él está esclavizado.     Es por eso que en una noche él puede sentirse mal a causa del alcohol, sufrir golpes y otras malas consecuencias y tan pronto puede vuelve a buscarlo porque es un eslavo, No es libre.
Esto es un pecado y a la vez una ilustración para entender la esclavitud del pecado.
Otra manera de verlo es a través de la tentación  en un cristiano.  (Santiago 1:14-15)
Jas 1:14  sino que cada uno es tentado,  cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Jas 1:15  Entonces la concupiscencia,  después que ha concebido,  da a luz el pecado;  y el pecado,  siendo consumado,  da a luz la muerte.”
     por medio de los deseos de la carne la persona es atraída hacia el mal.     por ejemplo, el deseo hacia algo prohibido, llámese dinero (codicia) o algo que pertenece a otro.
O la persona es atraída fuertemente por el deseo de divulgar un chisme.    O el deseo de explotar en ira o vengarse, etc.
En ausencia del Espíritu Santo que es mediante quien un cristiano lucha en su interior; en ausencia del Espíritu, la persona no puede resistirse a dichos deseos; incluso esos deseos le llevarán de un lado a otro y solo la gracia común obrando a través de medios como pueden ser las normas sociales, la conveniencia personal etc.   Solo estas cosas frenan un poco el pecado en dicha persona.
Algunos han pensado que es asunto de educación para poner freno al pecado.   Pero ninguna de estas cosas externas puede libertar al hombre del pecado.    Los rituales religiosos son ineficaces, la historia no nos deja mentir:
Mat 23:27  “ ¡Ay de vosotros,  escribas y fariseos,  hipócritas!  porque sois semejantes a sepulcros blanqueados,  que por fuera,  a la verdad,  se muestran hermosos,  mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Mat 23:28  Así también vosotros por fuera,  a la verdad,  os mostráis justos a los hombres,  pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Mat 23:29   ¡Ay de vosotros,  escribas y fariseos,  hipócritas!  porque edificáis los sepulcros de los profetas,  y adornáis los monumentos de los justos,
Mat 23:30  y decís:  Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres,  no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.
Mat 23:31  Así que dais testimonio contra vosotros mismos,  de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
Mat 23:32   ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!
Mat 23:33   ¡Serpientes,  generación de víboras!  ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”
  Es por esto que digo que no hay Salvador más tierno que Jesucristo quien sabiendo la condición de aquellos judíos religiosos, les dice:
V31 “…si permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.”
Permanecer en su Palabra significa apropiarse de ella y obedecerla.   
2.- La Libertad del Hombre:
Salmo 119:45 “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”
(Juan 8:32)   “y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.”

Cristo es la misma verdad (V36) Joh 14:6  “Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”
 La palabra es la verdad también (Juan 17:17)
(Romanos 6:17-18)
Rom 6:17  “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados;
Rom 6:18  y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia. “

El proceso de libertad espiritual del hombre no se obtiene con las armas como obtuvimos nuestra libertad como país.    Es a través de un conocer (ginosko); esta palabra indica una relación entre la persona que conoce y el objeto conocido (Mateo 1:25).   Aunque también se utiliza como conocimiento, comprensión de una verdad.
Así la libertad del pecado es obtenida por medio de un conocimiento de la persona de Cristo a través de su Palabra   (Romanos 6:22)
 “Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna. “
 y (Romanos 8:2)
“ Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.

Ese conocimiento experimental de Cristo es lo que daría al judío y a cualquiera la libertad del pecado, no para hacer lo que queremos sino para venir a ser siervos de la justicia.   En un país libre hay muchos esclavos espirituales.
Muchos jóvenes huyendo de la autoridad de los padres se hunden en una peor esclavitud del pecado.
-      ¿Cómo opera esa libertad?
Opera como una capacidad para decir: No al pecado.   Opera como un aborrecimiento interno del pecado, un anhelo por lo santo y una capacidad o poder para decir No a los deseos que antes nos dominaban.    Es cierto que hay una lucha interior pero ahora podemos decidir no pecar;  Decir: “No lo voy hacer”.
(Romanos 6:6,13,14)
Rom 6:6  “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
Rom 6:13  ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Rom 6:14  Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.”

Ya no tenemos que obedecerle en sus deseos o concupiscencias (Romanos 6:12)
“Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias; “

Al corazón del cristiano, el pecado le puede incitar con un deseo de adulterar, de vengarse, de explotar en ira, etc. y el cristiano con la fuerza del Espíritu Santo decir: “No”.   Esto es libertad del pecado es a esta libertad a la que Cristo nos trae para que podamos obedecer a Dios y hacer justicia.
Sé también que en cada uno de ustedes han podido experimentar una fuerte atracción hacia el mal, y que finalmente el mal gana y lo hace repetidas veces, es de esa esclavitud de la que Cristo quiere libertarte.  No para que hagas entonces tu propia libertad, sino para que vengas a ser esclavo de la voluntad de Dios.   Si eres observador de los procesos de la vida, notarás que la esclavitud no es estática, sino progresiva, cada día va tomando más fuerza en la persona.       Pero hay una diferencia, siendo esclavo del pecado, su fin es perdición y siendo esclavo de Cristo, su fin es estar con él por la eternidad.


miércoles, 8 de febrero de 2012

GANANCIAS Y PÉRDIDAS

                                                                                    
GANANCIAS Y PÉRDIDAS.-
Por Guillermo Watts
Filipenses 3:4-20
“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne.  Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne,  yo más:
  circuncidado al octavo día,  del linaje de Israel,  de la tribu de Benjamín,  hebreo de hebreos;  en cuanto a la ley,  fariseo;
  en cuanto a celo,  perseguidor de la iglesia;  en cuanto a la justicia que es en la ley,  irreprensible.
  Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,  las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
  Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,
  y ser hallado en él,  no teniendo mi propia justicia,  que es por la ley,  sino la que es por la fe de Cristo,  la justicia que es de Dios por la fe;
  a fin de conocerle,  y el poder de su resurrección,  y la participación de sus padecimientos,  llegando a ser semejante a él en su muerte,
  si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
  No que lo haya alcanzado ya,  ni que ya sea perfecto;  sino que prosigo,  por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
  Hermanos,  yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;  pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás,  y extendiéndome a lo que está delante,
  prosigo a la meta,  al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
  Así que,  todos los que somos perfectos,  esto mismo sintamos;  y si otra cosa sentís,  esto también os lo revelará Dios.
  Pero en aquello a que hemos llegado,  sigamos una misma regla,  sintamos una misma cosa.
  Hermanos,  sed imitadores de mí,  y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
  Porque por ahí andan muchos,  de los cuales os dije muchas veces,  y aun ahora lo digo llorando,  que son enemigos de la cruz de Cristo;
  el fin de los cuales será perdición,  cuyo dios es el vientre,  y cuya gloria es su vergüenza;  que sólo piensan en lo terrenal.
  Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,  de donde también esperamos al Salvador,  al Señor Jesucristo;”

La carta de Filipenses  una carta sencilla escrita por Pablo mientras estaba en un cárcel romana alrededor del año 61 d.C.    la carta a los filipenses a diferencia de la carta a los Romanos, está ausente de temas difíciles, doctrinas profundas, etc.    Su tema es el gozo.    Pablo exhorta a los de Filipos a regocijarse en el Señor.
El libro de Hechos en su capítulo 16:12-40 registra la fundación de la iglesia de Filipos, la cual fue establecida por Pablo alrededor del año 51 d. C. durante su segundo viaje misionero.
Desde el principio esta iglesia desarrolló un poderoso celo misionero y apoyó consistentemente el ministerio de Pablo.     (4:15,16)    el apóstol mantuvo con los filipenses una relación más íntima que con cualquier otra iglesia.
Es así como Pablo les escribe agradeciendo el gesto, la contribución económica por parte de los filipenses.    Al llegar al capítulo 3 el apóstol introduce una solemne advertencia a los filipenses a cuidarse de los judaizantes.     Es así como a partir del V4 introduce lo que es nuestro tema de ganancias y pérdida.
1.- Los Méritos de Pablo (V3-6).-
  Porque nosotros somos la circuncisión,  los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús,  no teniendo confianza en la carne.
Php 3:4  Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne.  Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne,  yo más:
Php 3:5  circuncidado al octavo día,  del linaje de Israel,  de la tribu de Benjamín,  hebreo de hebreos;  en cuanto a la ley,  fariseo;
Php 3:6  en cuanto a celo,  perseguidor de la iglesia;  en cuanto a la justicia que es en la ley,  irreprensible.”

Para hablar de los méritos de una persona se hace necesario situarlos en la época correspondiente.    En la época de Pablo, los méritos que él menciona le hacen ser una persona de muy alta reputación.      Son incluso méritos que llevaban a la persona a confiar en dichos méritos para su aceptación delante de Dios.
Los méritos de Pablo comenzaron en realidad con sus padres:     -Circuncidado al octavo día.-
Sus padres fueron muy observadores de la ley de Moisés y a los 8 días como mandaba la ley, lo circuncidaron.    Desde pequeño Pablo creció con la satisfacción de que él  estaba cumpliendo con lo que Dios exigía.
-Del linaje de Israel.-
Su linaje o raza gozaba de preferencia, era del linaje escogido.   Pablo no era samaritano, sino que era un neto israelita, específicamente de,
-La tribu de Benjamín.-
El tenía sus libros de ascendencia claros para saber incluso la tribu a la que pertenecían sus antepasados, de una de las tribus fieles a la sangre de David, por esto dice:
-hebreo de hebreos.-
Era un hebreo de pura cepa y para aumentar más su propia confianza, pertenecía a la secta religiosa más prestigiosa por su rectitud: Los fariseos.
Entre los fariseos se había destacado por su celo y rectitud moral.     Pablo no aceptaba nada que fuera distinto a su religión, tanto así que su celo le llevó a perseguir a la iglesia que, según ellos, creía algo diferente al fariseísmo.   
De seguro, entre los fariseo Pablo era admirado, no solo por haber estudiado con tan prestigioso maestro como era Gamalier, sino porque era irreprensible.      Las observancias externas, los rituales, las tradiciones  y costumbres, eran fielmente observadas por Saulo.
¿Y qué significado tenían estas cosas?
En esa época esos méritos eran de gran valor, eran lo que podemos llamar hoy: grandeza social y religiosa porque después del poder romano, la religión ocupaba el sitial más alto de la sociedad.
En la vida existen dos (2)  grandes escalas de valores: la de Dios y la de la Sociedad.     Estas cosas eran las que la sociedad de aquel entonces valoraba como importantes.    Hoy en día, la sociedad considera a una persona importante, cuando esta ha alcanzado el ideal, la meta, o una persona es grande cuando esa persona ha logrado alcanzar fama, dinero y poder.
Es por esto que el mundo admira a las estrellas de Hollywood a los famosos, por esto siguen sus vidas y cualquier detalle de estas personas les interesa, compran las revistas que hablan de ellos, etc.
Ahora bien, Dios no lo ve de esa manera, ni mide la grandeza de los hombres en base a estas medidas.     De Juan el Bautista dijo el ángel:    “…porque será grande delante de Dios…”  (Lucas 1:15)
Juan el Bautista sería grande ante Dios.   Pero la vida de Juan el Bautista no tenía ninguna de las cualidades que la sociedad ni de aquel entonces, ni de hoy valora.       Vestía de pelo de camello, su comida era langosta y miel silvestre (Mateo 3:4)     la gente decía que tenía demonio porque no comía ni bebía socialmente con las demás personas (Mateo 11:18).
Entonces,  ¿En qué consistió su grandeza delante de Dios?
Este hombre fue un profeta fiel del Señor, capaz de señalar el pecado del mismo Herodes a costa de su cabeza.     Preparó el camino al Señor Jesucristo.  De tal modo que Cristo dijo de él:   “…entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista…” (Lucas 7:28)
Esta es la razón por la que Pablo dice de sus  méritos pasados (V7).
 Php 3:7  “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,  las he estimado como pérdida por amor de Cristo.”

Estas cosas representaban para él ganancia.    Estas cosas que acaba Pablo de mencionar, repito, no eran malas en  sí mismas; eran privilegios; el problema está en que él los veía como su pasaporte al cielo.      Y en este sentido venía a ser pérdida, como una carga de diamantes en un barco a punto de hundirse.
¿Cuáles son las cosas que hoy la sociedad valora como ganancias?
-El hombre de hoy valora la estabilidad económica.
Por eso se envuelve en la búsqueda de un trabajo que le represente estabilidad a él y a su familia.    No decimos que sea malo, sino que no es lo más importante.
-El hombre valora una profesión, la buena educación de sus hijos, hasta tener una buena pensión para su retiro.    -Tener buena reputación, fama, etc.
2.- Las pérdidas de Pablo.-
Todo mérito humano es nada en comparación con la salvación.    “…¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”  (Mateo 16:26)
Si nuestra ocupación, si nuestra meta es alcanzar fama.   Podemos llegar a ganar la aceptación del mundo entero y eso es nada si se pierde el alma. Si nuestra  ocupación y meta es estabilidad económica y conseguimos todos los bienes del mundo, eso es nada si se pierde el alma.
Con relación a Pablo, todos sus méritos eran una enorme pérdida porque ataban su alma, le impedían venir al Cristo pensando que esas cosas tenían valor.
Es como si a alguien usted le predica y en el fondo esa persona mira sus obras y se considera ser una persona buena; esas buenas obras vienen a ser pérdida para él o ella.     O si esa persona al usted presentarle a Cristo dice: “pero yo tengo mi religión “       Esa “religión”   que le hace sentir que está bien ante Dios, incluso sin Cristo, esa religión es su pérdida.
Así, todas  estas cosas, estos logros, eran pérdidas para Pablo.
Si usted piensa que es joven y saludable, por lo que puede venir a Cristo después, esas cosas buenas han venido a ser para usted pérdidas y si no las echa del barco, su barco se hundirá con usted y todo lo que ahora es para usted ganancia.
¿Cuáles son tus pérdidas?
Se cuenta de un cristiano que teniendo la oportunidad de servir al Señor, detenía esta oportunidad con la excusa de que esperaba una pensión con un salario un poco mejor y por tanto debía esperar.     Esperó y esperó, luchó y luchó hasta que obtuvo la pensión que tanto buscaba;  ahora está sirviendo  al Señor completamente.
¿Cuál es el problema?
Ese cristiano, está  dando al Señor la escoria de su vida, la época de los dolores.    Esa pensión esperada fue una pérdida para él.
Si una persona da sus mejores años al mundo, a buscar estabilidad económica, a construir el futuro;    está mirando y valorando la vida como lo hace mundo y no como lo hace Dios.     Está valorando lo que Pablo estimó como basura en comparación con el conocimiento de Cristo.
¿Estás atesorando para el cielo o para este mundo?
Pablo prefirió (V8) la excelencia del conocimiento de Cristo.
Php 3:8  “Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,

La Biblia dice que el conocimiento de Cristo es la Vida Eterna (Juan 17:3)
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3)
Conocer a Cristo más y más era la meta de Pablo, esto es echar mano de la vida eterna.   Mientras más le amaba y más le servía.
¿Qué te detiene para venir conocer y servir a Cristo?
Tal vez no te detiene la espera de una pensión más  digna; pero te detienen otras cosas que consideras de mucho valor como: “el qué dirán”, o tu propia juventud etc.
Una gran cantidad de cristianos se contenta con llegar del trabajo, encender la televisión y esto día por día; su servicio a Dios se limita a asistir a la iglesia; hacen que los demás crean que la única diferencia entre un cristiano y un inconverso es que uno va a la iglesia y el otro no.
V8è La basura de Pablo (V8).-
Php 3:8  Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,”

(a)Las cosas que la sociedad valora en el no creyente, dijimos, viene a ser como una carga valiosa en un barco, que aunque valiosas, estorban al barco y le hacen peligrar.
(b)                En el cristiano vienen a ser la causa de su falta de avance, de servicio, de estancamiento espiritual.
(c) En el no cristiano, piensa él, tengo mi religión, tengo buena conducta y reputación, hago buenas obras, etc.
(d)               En el cristiano, él empieza a ver aquellas cosas buenas de la vida y que valora y empieza a buscarlas como los del mundo.     Y a veces se da cuenta tarde que sus mejores años fueran gastados en la búsqueda de esas cosas que poseen ningún valor eterno, ningún valor en el cielo.
Cristo preguntó a la multitud acerca de Juan el Bautista: “ ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas?   He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están”      (Mateo 11:8)
Si lo que buscamos como objetivo principal son los valores de aquí estamos tratando de atrapar lo que Pablo tuvo por basura.    Basura es algo inútil.     Es la palabra griega SKUBALON, y se trata de desechos en dos sentidos:   (a)  Excremento, estiércol, lo que es echado del cuerpo.     (b) lo que es echado a los perros.     
Obsérvalo en un ejemplo bíblico:     Se trata de un conocido personaje que alcanzó las grandezas de la  vida (Lucas 16:19,23-24)
Luk 16:19 “ Había un hombre rico,  que se vestía de púrpura y de lino fino,  y hacía cada día banquete con esplendidez.
Luk 16:23  Y en el Hades alzó sus ojos,  estando en tormentos,  y vio de lejos a Abraham,  y a Lázaro en su seno.
Luk 16:24  Entonces él,  dando voces,  dijo:  Padre Abraham,  ten misericordia de mí,  y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,  y refresque mi lengua;  porque estoy atormentado en esta llama.”

¿De qué sirvieron sus logros o La buena vida sin Cristo?
Esto no es malo en sí, pero es inútil en el cielo.
-Lo que verdaderamente posee valor es el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.    Es tener más y más de Él, vivir para Él, servirle a Él, valorarlo a Él.
Pablo habla de ganar a Cristo (V8b), la gente habla de ganar dinero, ganar premios, ganar loterías, ganar amigos influyentes, ganarme una posición en el trabajo…
Una forma de decirle al mundo que está equivocado, que camina en dirección equivocada, es si nosotros los cristianos procuramos ganar a Cristo.     Cristo es ganancia aquí y en la eternidad.
La vida es una sola oportunidad, una sola vez tendrás 10 años, 20 años, 30 años o los que tengas, es una sola vida.      Si gastas tu vida en las cosas que la sociedad valora, que no son malas en sí, pero te impiden que sirvas a Dios.    Si en eso consumes tus mejores años tendrás pérdida comparado con el cielo, con lo que el cielo da tendrás basura.