miércoles, 8 de febrero de 2012

GANANCIAS Y PÉRDIDAS

                                                                                    
GANANCIAS Y PÉRDIDAS.-
Por Guillermo Watts
Filipenses 3:4-20
“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne.  Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne,  yo más:
  circuncidado al octavo día,  del linaje de Israel,  de la tribu de Benjamín,  hebreo de hebreos;  en cuanto a la ley,  fariseo;
  en cuanto a celo,  perseguidor de la iglesia;  en cuanto a la justicia que es en la ley,  irreprensible.
  Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,  las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
  Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,
  y ser hallado en él,  no teniendo mi propia justicia,  que es por la ley,  sino la que es por la fe de Cristo,  la justicia que es de Dios por la fe;
  a fin de conocerle,  y el poder de su resurrección,  y la participación de sus padecimientos,  llegando a ser semejante a él en su muerte,
  si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
  No que lo haya alcanzado ya,  ni que ya sea perfecto;  sino que prosigo,  por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
  Hermanos,  yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;  pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás,  y extendiéndome a lo que está delante,
  prosigo a la meta,  al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
  Así que,  todos los que somos perfectos,  esto mismo sintamos;  y si otra cosa sentís,  esto también os lo revelará Dios.
  Pero en aquello a que hemos llegado,  sigamos una misma regla,  sintamos una misma cosa.
  Hermanos,  sed imitadores de mí,  y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
  Porque por ahí andan muchos,  de los cuales os dije muchas veces,  y aun ahora lo digo llorando,  que son enemigos de la cruz de Cristo;
  el fin de los cuales será perdición,  cuyo dios es el vientre,  y cuya gloria es su vergüenza;  que sólo piensan en lo terrenal.
  Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,  de donde también esperamos al Salvador,  al Señor Jesucristo;”

La carta de Filipenses  una carta sencilla escrita por Pablo mientras estaba en un cárcel romana alrededor del año 61 d.C.    la carta a los filipenses a diferencia de la carta a los Romanos, está ausente de temas difíciles, doctrinas profundas, etc.    Su tema es el gozo.    Pablo exhorta a los de Filipos a regocijarse en el Señor.
El libro de Hechos en su capítulo 16:12-40 registra la fundación de la iglesia de Filipos, la cual fue establecida por Pablo alrededor del año 51 d. C. durante su segundo viaje misionero.
Desde el principio esta iglesia desarrolló un poderoso celo misionero y apoyó consistentemente el ministerio de Pablo.     (4:15,16)    el apóstol mantuvo con los filipenses una relación más íntima que con cualquier otra iglesia.
Es así como Pablo les escribe agradeciendo el gesto, la contribución económica por parte de los filipenses.    Al llegar al capítulo 3 el apóstol introduce una solemne advertencia a los filipenses a cuidarse de los judaizantes.     Es así como a partir del V4 introduce lo que es nuestro tema de ganancias y pérdida.
1.- Los Méritos de Pablo (V3-6).-
  Porque nosotros somos la circuncisión,  los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús,  no teniendo confianza en la carne.
Php 3:4  Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne.  Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne,  yo más:
Php 3:5  circuncidado al octavo día,  del linaje de Israel,  de la tribu de Benjamín,  hebreo de hebreos;  en cuanto a la ley,  fariseo;
Php 3:6  en cuanto a celo,  perseguidor de la iglesia;  en cuanto a la justicia que es en la ley,  irreprensible.”

Para hablar de los méritos de una persona se hace necesario situarlos en la época correspondiente.    En la época de Pablo, los méritos que él menciona le hacen ser una persona de muy alta reputación.      Son incluso méritos que llevaban a la persona a confiar en dichos méritos para su aceptación delante de Dios.
Los méritos de Pablo comenzaron en realidad con sus padres:     -Circuncidado al octavo día.-
Sus padres fueron muy observadores de la ley de Moisés y a los 8 días como mandaba la ley, lo circuncidaron.    Desde pequeño Pablo creció con la satisfacción de que él  estaba cumpliendo con lo que Dios exigía.
-Del linaje de Israel.-
Su linaje o raza gozaba de preferencia, era del linaje escogido.   Pablo no era samaritano, sino que era un neto israelita, específicamente de,
-La tribu de Benjamín.-
El tenía sus libros de ascendencia claros para saber incluso la tribu a la que pertenecían sus antepasados, de una de las tribus fieles a la sangre de David, por esto dice:
-hebreo de hebreos.-
Era un hebreo de pura cepa y para aumentar más su propia confianza, pertenecía a la secta religiosa más prestigiosa por su rectitud: Los fariseos.
Entre los fariseos se había destacado por su celo y rectitud moral.     Pablo no aceptaba nada que fuera distinto a su religión, tanto así que su celo le llevó a perseguir a la iglesia que, según ellos, creía algo diferente al fariseísmo.   
De seguro, entre los fariseo Pablo era admirado, no solo por haber estudiado con tan prestigioso maestro como era Gamalier, sino porque era irreprensible.      Las observancias externas, los rituales, las tradiciones  y costumbres, eran fielmente observadas por Saulo.
¿Y qué significado tenían estas cosas?
En esa época esos méritos eran de gran valor, eran lo que podemos llamar hoy: grandeza social y religiosa porque después del poder romano, la religión ocupaba el sitial más alto de la sociedad.
En la vida existen dos (2)  grandes escalas de valores: la de Dios y la de la Sociedad.     Estas cosas eran las que la sociedad de aquel entonces valoraba como importantes.    Hoy en día, la sociedad considera a una persona importante, cuando esta ha alcanzado el ideal, la meta, o una persona es grande cuando esa persona ha logrado alcanzar fama, dinero y poder.
Es por esto que el mundo admira a las estrellas de Hollywood a los famosos, por esto siguen sus vidas y cualquier detalle de estas personas les interesa, compran las revistas que hablan de ellos, etc.
Ahora bien, Dios no lo ve de esa manera, ni mide la grandeza de los hombres en base a estas medidas.     De Juan el Bautista dijo el ángel:    “…porque será grande delante de Dios…”  (Lucas 1:15)
Juan el Bautista sería grande ante Dios.   Pero la vida de Juan el Bautista no tenía ninguna de las cualidades que la sociedad ni de aquel entonces, ni de hoy valora.       Vestía de pelo de camello, su comida era langosta y miel silvestre (Mateo 3:4)     la gente decía que tenía demonio porque no comía ni bebía socialmente con las demás personas (Mateo 11:18).
Entonces,  ¿En qué consistió su grandeza delante de Dios?
Este hombre fue un profeta fiel del Señor, capaz de señalar el pecado del mismo Herodes a costa de su cabeza.     Preparó el camino al Señor Jesucristo.  De tal modo que Cristo dijo de él:   “…entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista…” (Lucas 7:28)
Esta es la razón por la que Pablo dice de sus  méritos pasados (V7).
 Php 3:7  “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia,  las he estimado como pérdida por amor de Cristo.”

Estas cosas representaban para él ganancia.    Estas cosas que acaba Pablo de mencionar, repito, no eran malas en  sí mismas; eran privilegios; el problema está en que él los veía como su pasaporte al cielo.      Y en este sentido venía a ser pérdida, como una carga de diamantes en un barco a punto de hundirse.
¿Cuáles son las cosas que hoy la sociedad valora como ganancias?
-El hombre de hoy valora la estabilidad económica.
Por eso se envuelve en la búsqueda de un trabajo que le represente estabilidad a él y a su familia.    No decimos que sea malo, sino que no es lo más importante.
-El hombre valora una profesión, la buena educación de sus hijos, hasta tener una buena pensión para su retiro.    -Tener buena reputación, fama, etc.
2.- Las pérdidas de Pablo.-
Todo mérito humano es nada en comparación con la salvación.    “…¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”  (Mateo 16:26)
Si nuestra ocupación, si nuestra meta es alcanzar fama.   Podemos llegar a ganar la aceptación del mundo entero y eso es nada si se pierde el alma. Si nuestra  ocupación y meta es estabilidad económica y conseguimos todos los bienes del mundo, eso es nada si se pierde el alma.
Con relación a Pablo, todos sus méritos eran una enorme pérdida porque ataban su alma, le impedían venir al Cristo pensando que esas cosas tenían valor.
Es como si a alguien usted le predica y en el fondo esa persona mira sus obras y se considera ser una persona buena; esas buenas obras vienen a ser pérdida para él o ella.     O si esa persona al usted presentarle a Cristo dice: “pero yo tengo mi religión “       Esa “religión”   que le hace sentir que está bien ante Dios, incluso sin Cristo, esa religión es su pérdida.
Así, todas  estas cosas, estos logros, eran pérdidas para Pablo.
Si usted piensa que es joven y saludable, por lo que puede venir a Cristo después, esas cosas buenas han venido a ser para usted pérdidas y si no las echa del barco, su barco se hundirá con usted y todo lo que ahora es para usted ganancia.
¿Cuáles son tus pérdidas?
Se cuenta de un cristiano que teniendo la oportunidad de servir al Señor, detenía esta oportunidad con la excusa de que esperaba una pensión con un salario un poco mejor y por tanto debía esperar.     Esperó y esperó, luchó y luchó hasta que obtuvo la pensión que tanto buscaba;  ahora está sirviendo  al Señor completamente.
¿Cuál es el problema?
Ese cristiano, está  dando al Señor la escoria de su vida, la época de los dolores.    Esa pensión esperada fue una pérdida para él.
Si una persona da sus mejores años al mundo, a buscar estabilidad económica, a construir el futuro;    está mirando y valorando la vida como lo hace mundo y no como lo hace Dios.     Está valorando lo que Pablo estimó como basura en comparación con el conocimiento de Cristo.
¿Estás atesorando para el cielo o para este mundo?
Pablo prefirió (V8) la excelencia del conocimiento de Cristo.
Php 3:8  “Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,

La Biblia dice que el conocimiento de Cristo es la Vida Eterna (Juan 17:3)
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3)
Conocer a Cristo más y más era la meta de Pablo, esto es echar mano de la vida eterna.   Mientras más le amaba y más le servía.
¿Qué te detiene para venir conocer y servir a Cristo?
Tal vez no te detiene la espera de una pensión más  digna; pero te detienen otras cosas que consideras de mucho valor como: “el qué dirán”, o tu propia juventud etc.
Una gran cantidad de cristianos se contenta con llegar del trabajo, encender la televisión y esto día por día; su servicio a Dios se limita a asistir a la iglesia; hacen que los demás crean que la única diferencia entre un cristiano y un inconverso es que uno va a la iglesia y el otro no.
V8è La basura de Pablo (V8).-
Php 3:8  Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,”

(a)Las cosas que la sociedad valora en el no creyente, dijimos, viene a ser como una carga valiosa en un barco, que aunque valiosas, estorban al barco y le hacen peligrar.
(b)                En el cristiano vienen a ser la causa de su falta de avance, de servicio, de estancamiento espiritual.
(c) En el no cristiano, piensa él, tengo mi religión, tengo buena conducta y reputación, hago buenas obras, etc.
(d)               En el cristiano, él empieza a ver aquellas cosas buenas de la vida y que valora y empieza a buscarlas como los del mundo.     Y a veces se da cuenta tarde que sus mejores años fueran gastados en la búsqueda de esas cosas que poseen ningún valor eterno, ningún valor en el cielo.
Cristo preguntó a la multitud acerca de Juan el Bautista: “ ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas?   He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están”      (Mateo 11:8)
Si lo que buscamos como objetivo principal son los valores de aquí estamos tratando de atrapar lo que Pablo tuvo por basura.    Basura es algo inútil.     Es la palabra griega SKUBALON, y se trata de desechos en dos sentidos:   (a)  Excremento, estiércol, lo que es echado del cuerpo.     (b) lo que es echado a los perros.     
Obsérvalo en un ejemplo bíblico:     Se trata de un conocido personaje que alcanzó las grandezas de la  vida (Lucas 16:19,23-24)
Luk 16:19 “ Había un hombre rico,  que se vestía de púrpura y de lino fino,  y hacía cada día banquete con esplendidez.
Luk 16:23  Y en el Hades alzó sus ojos,  estando en tormentos,  y vio de lejos a Abraham,  y a Lázaro en su seno.
Luk 16:24  Entonces él,  dando voces,  dijo:  Padre Abraham,  ten misericordia de mí,  y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,  y refresque mi lengua;  porque estoy atormentado en esta llama.”

¿De qué sirvieron sus logros o La buena vida sin Cristo?
Esto no es malo en sí, pero es inútil en el cielo.
-Lo que verdaderamente posee valor es el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.    Es tener más y más de Él, vivir para Él, servirle a Él, valorarlo a Él.
Pablo habla de ganar a Cristo (V8b), la gente habla de ganar dinero, ganar premios, ganar loterías, ganar amigos influyentes, ganarme una posición en el trabajo…
Una forma de decirle al mundo que está equivocado, que camina en dirección equivocada, es si nosotros los cristianos procuramos ganar a Cristo.     Cristo es ganancia aquí y en la eternidad.
La vida es una sola oportunidad, una sola vez tendrás 10 años, 20 años, 30 años o los que tengas, es una sola vida.      Si gastas tu vida en las cosas que la sociedad valora, que no son malas en sí, pero te impiden que sirvas a Dios.    Si en eso consumes tus mejores años tendrás pérdida comparado con el cielo, con lo que el cielo da tendrás basura.

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