LO QUE TODOS DEBEMOS SABER SOBRE LA INFIDELIDAD

LA INFIDELIDAD II –SUS CONSECUENCIAS-

Por Guillermo Watts R.

Aunque muchos desconocen esta cara de la infidelidad, es una triste consecuencia, me refiero a la culpa como secuela de ser infiel.  Debido al hecho de que cada persona tiene una conciencia, es imposible que una persona sea realmente feliz mientras vive engañando a quien le hace bien.   Sabemos que todo ser humano anhela ser feliz, es por esto que rechazamos las experiencias negativas y deseamos que las positivas fueran más frecuentes y prolongadas.  Por esta razón el ser humano siente paz y regocijo cuando hace las cosas de un modo correcto.

En el caso de la satisfacción interna puede haber una apariencia y una realidad.   Claro está, es en el Señor Jesucristo en quien la persona encuentra la plena, y real satisfacción y gozo, pero ese cierto grado de satisfacción que debía haber en la persona, se convierte en una mera apariencia cuando la persona se encuentra siendo infiel.   Aparentemente la persona infiel es más feliz porque tiene a más de una persona por pareja, está haciendo lo que quiere, entre otras cosas.     Pero en el ser interno la conciencia no le permite tener tranquilidad.

“Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león”. (Proverbio 28:1)

Este texto se refiere claramente a lo que nos estamos refiriendo: El impío, la persona de mal proceder, huye.     ¿A qué le huye?  Dice el texto que nadie le persigue.   El problema de esta persona está en el hecho de que su conciencia le intranquiliza;  el huir bien se puede comparar con la acción de envolverse en actividades que ocupen  la mente y no le permitan pensar; ahogar la mente con mucho bullicio o enredarse en más y más en aquello que sabe está mal.

Parece contradictorio, pero no lo es.  Por ejemplo la persona que vende su cuerpo, (o sea la prostituta o trabajadora sexual, vende su cuerpo muchas veces debido a un pasado en el cual fue abusada.  No es que esta sea la única razón.    Es como una manera de pensar donde la persona se dice así misma: “Ya estoy sucia, me avergüenzo; pero ya no vale la pena, no me queda otro camino que ensuciarme más ”  es como una reacción de desquite.   Lo bueno sería poder decir: “Me he ensuciado, pues me levantaré y no me volveré a ensuciar” .   

Quiere decir que huir sin que nadie persiga a esa persona habla de un deseo de escapar a una realidad que está en esa persona y no afuera.

    Otro  aspecto y peligro que deseo señalar es que todo pecado crea adicción.  El pecado esclaviza.

¿Qué puedo hacer entonces?  En primer lugar debemos saber que mantener una relación oculta será difícil de dejar por nosotros solos sin la ayuda de alguien porque ya estamos atrapados.   Lo mejor es confesarle al cónyuge   lo que nos ha sucedido y al Señor, desde luego.

Nada ofrece más alivio que la confesión. Entre tanto una persona mantiene la infidelidad oculta permanece intranquila, note en el texto citado de Proverbios28:1 dice: huye.   El que huye no está tranquilo, siempre cree que está a punto de ser descubierto, vive ocultando y mintiendo para no ser descubierto.

Vivir una doble vida, ocultar la verdad, mantener las apariencias…nunca podrán dar a la persona una verdadera quietud, seguirá “huyendo” como dice el texto de proverbios, seguirá aparentando felicidad sin tenerla.  

     Creo que el mejor comentario acerca del estado interior de una persona viviendo en infidelidad ocultamente la encontramos en David.  David por un tiempo se resistió  a confesar su pecado a Dios y a  los afectados y su resultado fue testificado por él mismo:

“Mientras callé,  se envejecieron mis huesos

 En mi gemir todo el día.

Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;

 Se volvió mi verdor en sequedades de verano.

Mi pecado te declaré,  y no encubrí mi iniquidad.

 Dije:  Confesaré mis transgresiones a Jehová;

 Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. “              Salmos 32:3-5 

    David gemía por su condición, aunque atendía los asuntos de su reino, internamente había problemas, su alma era como un desierto, árido, sin verdadera alegría aunque seguía disfrutando de sus manjares reales y entretenimientos sin número.   La confesión fue su puerta a la libertad y a la verdadera alegría.

2.-  Lo segundo que debes hacer es lo siguiente: procura encontrar en tu cónyuge toda tu satisfacción, “Sea bendito tu manantial”, dice el Señor por medio del sabio Salomón.   El contentamiento, la satisfacción, la sensación de tranquilidad en una persona está muy relacionada con el hecho de considerar lo que se tiene como suficiente.   Si el todo sabio Dios diseñó un hombre para una mujer y una mujer para un hombre, eso quiere decir que es totalmente posible para una persona tener satisfacción y contentamiento con una sola pareja.

La única forma de evitar la infidelidad es poniendo distancia con la persona que te hace caer en infidelidad.    Otros vicios y pecados pueden ser vencidos con lucha; pero la infidelidad, debido a la naturaleza de este mal, solo puede ser vencido si la persona se aleja físicamente de aquella persona, el lugar o las películas que estimulan en ella los impulsos sexuales.    Contra este mal no vale argumentar debatir o explicar ni razonar, sólo huir, alejarse.   La fortaleza es la distancia.  

Esa fue la estrategia utilizada por el joven José ante la hermosa e infiel esposa de su jefe Potifar.

“Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Aconteció después de esto,  que la mujer de su amo puso sus ojos en José,  y dijo:  Duerme conmigo.

… ¿cómo,  pues,  haría yo este grande mal,  y pecaría contra Dios?

Hablando ella a José cada día,  y no escuchándola él para acostarse al lado de ella,  para estar con ella,

aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio,  y no había nadie de los de casa allí.

Y ella lo asió por su ropa,  diciendo:  Duerme conmigo.  Entonces él dejó su ropa en las manos de ella,  y huyó y salió.”            (Génesis  39:6-12 )

Dos razones menciona José como elementos que hacían imposibles que él accediera a tal invitación:  “El pecado es un gran mal, aunque se vista de gala, sigue siendo una carnada peligrosa y en segundo lugar el hecho de que es ofensivo a Dios, Aquel que sólo nos hace bien.