domingo, 18 de diciembre de 2011

Cómo debe ser amada una mujer?

EL AMOR DEL  ESPOSO
Por Guillermo Watts
1ra. Pedro 3:7
“y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera compresiva con vuestras esposa, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas” (versión de las Américas)
Uno de los elementos centrales para la funcionalidad del matrimonio es el temor a Dios (luego sigue el conocimiento de lo que Dios demanda)
Hablando del esposo, es vital que haya en el corazón temor a Dios, ¿Por qué?
Porque nuestro trato al prójimo está estrechamente vinculado con nuestro temor a Dios: Es mucho lo que podríamos decir sobre esto pero no es lo central en el tema.   Note sólo algunos textos.
“El justo cuida de la vida de su bestia;
Mas el corazón de los impíos es
Cruel”.    (Proverbios 12:10)
El justo, a causa de que la Palabra de Cristo está en su corazón, aun a su bestia le ofrece cuidado; ¡Cuánto más a un ser humano!    Ningún ser humano llegará a ser como una bestia, lo que queremos decir es que el temor a Dios, o lo que es lo  mismo, la persona justa, dará un trato adecuado a las personas e incluso a sus animales.
Note lo que dice de nuestro trato con los criados:   “No te enseñorearás de él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios”   (Levítico 25:43)
El ejercicio de una autoridad con rudeza o dureza se debe a la falta de temor a Dios en el corazón.       Así también en el matrimonio, si la pareja busca llenarse de Cristo y su Palabra podrán establecer un hogar conforme lleno de armonía, que es el plan de Dios.   Es por esto que la pareja mutuamente necesita estimularse a acercarse al Señor Jesucristo, que Cristo sea la parte central de ese matrimonio.
Precisamente, el Señor Jesucristo como rey en el matrimonio, se encarga de dar directrices a ambos miembros del matrimonio.    Hoy nos dedicaremos a examinar los principios que debe tener en cuenta el esposo en su relación con su esposa.     Estoy absolutamente seguro y confiado de que una pareja que toma en cuenta las directrices de Cristo, se mantendrá en una relación armoniosa y deleitosa a pesar de los años.      Incluso voy más allá para decir que un matrimonio en crisis, a punto del divorcio o que haya perdido su sabor y color, puede restaurarse si ambos deciden dejar de lado el “yo” para seguir las directrices del Señor Jesucristo.
Lamentablemente muchos matrimonios intentar rehacer su relación de pareja siguiendo el consejo de especialistas en la materia, especialistas en la conducta y otros consejeros, agotan sus fuerzas en esos intentos.      ¿Por qué no intentar poniendo en práctica lo que el Señor Jesucristo plantea?     Estoy seguro de que ningún matrimonio ha fracasado siguiendo las directrices que Jesús plantea en Su palabra.  Todos los matrimonios que ha fracasado o se encuentran camino al fracaso es porque el camino trazado por Jesús ha sido dejado de lado para seguir un camino diferente,        estas personas ven su relación deteriorarse como una enfermedad por no estar utilizando la medicina adecuada.
Veamos en  primer lugar lo que plantea el Señor a los esposos.
el hombre humilde y con temor a Dios en su corazón es el hombre que será capaz de tratar a su mujer como un vaso más frágil.      La falta de humildad , de temor a Dios  y abundante egoísmo hace que la persona sea insensible y hasta cruel con aquellos que están bajo su gobierno.
“…vivid con ellas sabiamente…”
V.A. “…convivid de manera compresiva
El esposo cristiano, para dar un trato adecuado a su esposa, ha de tener un conocimiento general de la mujer y específico de su propia esposa.     Ella no es un  hombre ni es un niño, es mujer por fuera y por dentro.
En definitiva, un esposo vive con su esposa sabiamente, es decir manteniendo armonía, amor y deleite en el matrimonio  cuando llega a comprender que ella es más frágil física y emocionalmente.      Como dijimos, ese conocimiento o sabiduría que el esposo ha de tener está estrechamente relacionado con la fragilidad de la mujer.   Ella es más frágil en dos aspectos diferentes:
FISICAMENTE:   Ella es más frágil que él; el marido no puede esperar que ella mantenga el mismo ritmo de trabajo que un hombre, incluso con el trabajo de la casa necesita ayuda.    Modernamente no se tiene esta consideración, tanto el hombre como la mujer trabajan con todas sus fuerzas de modo que terminan el día casi desmayados, con el agravante de que la mujer trabaja doble, porque después del trabajo fuera le espera el trabajo en el hogar.   Comprender que la mujer es más frágil físicamente que el varón debe llevarle a:
-      Ser caballeroso cuando ella va a levantar algo.   La caballerosidad no debe ser un fenómeno extraño en el matrimonio, sino que debe ser el resultado de comprender que ella no es tan fuerte como yo.
-      El marido debe tener sus oídos abiertos y el corazón sensible cuando su esposa le expresa cansancio.        Esto envuelve también  ser considerado con ella y no permitir que la esposa se sobrecargue de asuntos pendientes. Por ejemplo:  Ella tiene la madre enferma, tiene que atender los niños, el hogar, está terminando la universidad, etc.   El esposo tiene que ser sensible y compartir esa carga.
Un hombre que ante un cuadro así se mantenga indolente es un “abusador”.
Ella también es más débil o frágil:
EMOCIONALMENTE.-  El esposo debe saber que vive con una persona que:
     - se va a preocupar más fácilmente que él.
-      Va a llorar más fácilmente que él.
-      En las dificultades se va a sobrecargar más que él.
Y por tanto necesitará comprensión apoyo, ánimo para combatir la vida.        Por Ejemplo:
 1Samuel 1:5 “ pero a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el SEÑOR no le había dado hijos.
1Sa 1:6  Y su rival la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos.
1Sa 1:7  Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, la otra la provocaba. Y Ana lloraba y no comía.
1Sa 1:8  Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?
1Sa 1:9  Pero Ana se levantó después de haber comido y bebido en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste de la puerta del templo del SEÑOR,
1Sa 1:10  ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente.
(1 Samuel 1:5-10)
Notemos:
(a) La esterilidad de Ana le había preocupado mucho, cosa que no sucedería igual a un hombre, V5.
(b)                Sus emociones fueron muy afectadas por los ataques de Penina la mujer de Elcana. V6
Ella se enojaba y se entristecía; de ningún varón se dice que haya llegado a este estado por una causa así.
(c)  Ana llegó a tal grado de depresión que no comía. V8.
Pero Elcana era un hombre sensible y se interesa por el estado emocional de su esposa y procura darle consuelo, V8, “¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón?.”…       Y el resultado es que Ana comió (V9a) “Pero Ana se levantó después de haber comido….”   Quiere decir que Ana estaba viendo que su  marido estaba interesado en ella, se preocupaba por ella, por su estado emocional;  le pregunta ¿por qué lloraba?      Es por esto que decimos que preocuparse únicamente por el sustento físico es un error, las emociones son también parte de la persona y es de gran valor el que la esposa sepa que alguien cuida de su estado emocional.
Vivir con ellas sabiamente es tener en cuenta la fragilidad emocional de la esposa lo cual debe conducirnos a tratar su estado emocional y a aliviarlo.
Hay esposos que creen que una mujer sólo necesita sustento material y se olvidan de sus emociones; proveen lo material, comida, enseres etc., pero no le muestran importancia a como se siente esta persona.
Debemos vivir con ellas sabiamente, vivir con ellas sabiamente significa bien entender que ella:
NECESITA SEGURIDAD: eso quiere decir: Ver a un esposo diligente que se preocupa en proveer dentro de sus posibilidades y atiende al estado emocional de su mujer.
Nos sigue diciendo nuestro texto: 
ð “…dando honor a la mujer…”
Honor es dignidad, estima, valor.   La mujer debe percibir que son altamente apreciadas por los esposos.    Ya dejamos atrás aquel trato que toma en cuenta la fragilidad física y emocional para enfocar el aspecto honor.   Ellas necesitan sentir en el trato, que ellas son importantes y valiosas.    Por eso nos dice Salomón:
“…su estima sobrepasa
Largamente a la de las piedras
Preciosas.” (Proverbios 3:10)
El que haya esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de
Jehová” (Proverbios 18:22)
La casa y las riquezas son
Herencia de los padres;
Mas de Jehová la mujer prudente” (Proverbios 19:14).
Algunos tildan la Biblia de promover el machismo; pero no encuentro otro libro en el cual a la  mujer se le dé mayor valor que en éste.
Una razón de esto es que ellas son:  “…coherederas de la gracia de la vida,”      Dios les dio a ellas las mismas promesas que nos dio a nosotros en Cristo.     para el Señor ambos son iguales en importancia,
ð “ …Para que vuestras oraciones no tengan estorbo…”
El trato que le demos a nuestras esposas tiene mucho que ver con nuestra relación con Dios.
 Un trato áspero, insensible, abusivo denigrante, etc.  Afecta nuestra vida devocional en el caso de un cristiano que anda buscando el rostro de Dios en oración.   En el caso de una persona no cristiana, estaría dando un trato inadecuado a una mujer con quien se comprometió ante Dios y la sociedad de buscar su bien, no importando las circunstancias, por lo cual el Señor se lo tomará en cuenta.
Y es natural que estas cosas afecten la relación con Dios porque son pecado,     en estas áreas es donde se muestra temor a Dios o insensibilidad de corazón;  allí se muestra humildad o arrogancia.
¿Cómo puede una persona entrar al trono de Dios en oración y estar en paz con Dios si acaba de maltratar a su hija que Dios ha encomendado a su cuidado?       ¿Cómo puede una persona entrar al trono de Dios y pedirle al Señor que sea sensible a su condición, que le tenga compasión, que le conceda algún favor,  si él mismo no es sensible con aquellos que están a su cuidado?
Esto quiere decir que si no somos hombres sensibles, comprensivos con nuestras esposas no estaremos en buena comunión con Dios, no estaremos recibiendo respuesta a nuestras oraciones, en el caso de los cristianos.
En el caso de aquellos que no están en Cristo, deseo mover sus mentes a reflexión: si esto es así para con quienes están en Cristo,   tu posición aun es peor, Dios mira tus abusos, falta de compasión y mal  trato y un día te será tomado en cuenta cuando tengas que estar presente en Su Tribunal en Aquel gran día.
Contrario a todo esto, si te dispones a amar a tu pareja como Jesús está planteando verás rápidamente los frutos de tener un matrimonio deleitoso
“El me ha traído a la sala del banquete, y su estandarte sobre mí es el amor.”   Cantares 2:4 
Esto dice la sunamita de su cónyuge Salomón.   Él la venció con amor y el resultado fue:
“ Esté su izquierda bajo mi cabeza y su derecha me abrace. “  Cantares 2:6  
Ella, a partir del amor de su marido, pide sus brazos la abracen.   En otras palabras, el amor engendra amor como la violencia engendra violencia.   El método de Dios es que tú empieces a amar a tu cónyuge, y haciendo esto no solo estarás haciendo lo que Dios establece sino que estarás colocando tu estandarte sobre tu pareja, estarás venciéndola con amor.
Ahora, Si en tu examen personal descubres que para amar te faltan fuerzas, ¿Por qué no vienes a Jesucristo? Él te dará amor y te enseñará a amar, rescatará tu matrimonio y lo establecerá.
En segundo lugar, en base a este texto que hemos analizado, que la falla en muchas relaciones está en la manera de amar.   Algunos piensan estar amando cuando en realidad están demandando más bien.
El amor debe ser de gracia.    Esto quiere decir que debes amar a tu cónyuge independientemente de su condición, no por alguna causa específica sino porque te amo.  Cuando el amor se basa en una causa específica, desaparecerá cuando aquella causa desaparezca, pero si te has propuesto y dispuesto a amar a esa persona, las dificultades no apagarán ese amor, ni romperán esa relación.    Será la espada para vencer a muchos enemigos del matrimonio.   Entre ellos el temperamento del cónyuge que muchas veces produce estragos en la relación.  No vencerás con ningún otro método aparte del un amor que se entrega.
Algo más que deseo agregar es lo siguiente:   Precisamente esta es un época adecuada para volver a empezar, las festividades de fin de año condicionan  la buena relación porque es un período de alegrías, aprovecha esta oportunidad para romper el hielo y marcar un renacimiento en tu relación.   Hazle un presente, por pequeño que sea, dile algunas palabras agradables y disponte a seguir en ese mismo sendero, no a concluir cuando concluyan las navidades.

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